El Poeta del Piano
Huérfano de padre a los 9 años, su madre y su hermana Florinda, deciden trasladarse a Tunja buscando un mejor porvenir. Allí, Calvo se convirtió en mensajero de la tienda de Pedro León Gómez, un hombre que practicaba el violín, quien lo iniciara en los asuntos musicales. Luego iniciaría estudios de violín y piano con el maestro Tomás Posada.
Ingresó a la Banda Departamental de Boyacá como platillero, y tiempo después fue el encargado del bombo, posición en la que duró poco más de cuatro años, hasta que el gobernador del departamento le concedió el nombramiento para ejecutar el bombardino. En esta época compuso su primera obra, Livia, cuya belleza armónica lo convierte también una de sus mejores composiciones.
Para buscar una mejor situación económica, su familia se trasladó a Bogotá. A su llegada en 1905, se presentó al ejército para acogerse a ley del presidente Rafael Reyes, ingresando a la banda como tercer pistón. Su sueldo, por ser un músico de tercera clase, era de 50 pesos, que muy pronto se convertirían en tan sólo 25 debido a un decreto del gobierno que además lo rebajó un grado. Esto agravó la situación de su familia, que vivía en un cuarto arrendado en muy malas condiciones.
Calvo intentó obtener una beca para estudiar en la Academia de Música que el gobierno otorgaba a todo integrante de una banda musical, pero no logró conseguirla por falta de recomendaciones. Entonces, se dedicó a la composición e instrumentación de piezas musicales para la banda. Entre otras, instrumentó su obra “Livia”, de esta forma pudo tocarla con la banda.
Dos años después, un nuevo decreto gubernamental le restituyó su grado militar y su antiguo sueldo. También fue ascendido, gracias a su habilidad musical. Finalmente invitado a pertenecer a la academia de música, con lo cual pudo completar su educación musical adecuadamente. Allí pudo conocer al maestro Guillermo Uribe Holguín, quien lo instruyó en la interpretación del violonchelo , estudió la escuela musical Rusa, las composiciones Francesas y Alemanas.
El 14 de octubre de 1916 Luis Antonio Calvo descubrió, por medio de la atención médica del doctor Carlos Tirado Macías, que padecía la enfermedad de Hansen – Lepra, por lo que debió ser internado en el lazareto de Agua de Dios, donde más adelante compondría la mayor parte de sus obras.
Se le rindió homenaje en el Teatro Colón como despedida, y el 12 de mayo de 1916 fue recluido en Agua de Dios, donde los padres salesianos, directores del lazareto, le proporcionaron toda clase de comodidades obsequiándole una casa a Calvo y su familia. Poco tiempo después de su reclusión le fue obsequiado un piano por parte de la ciudadanía bogotana. Debido a eso, Calvo se dedicó casi por completo a este instrumento.
El 18 de octubre de 1942 contrajo matrimonio con doña Ana Rodríguez, quien vivía en el lazareto acompañando a una hermana suya que padecía la enfermedad.
Luis Antonio Calvo falleció el 22 de abril de 1945 a las 3 de la tarde en el Sanatorio de Agua de Dios, a causa de un ataque de uremia. Diversas fuentes señalan que posiblemente su lepra estaba curada desde tiempo antes del momento de su fallecimiento; es imposible, sin embargo, confirmar o refutar estas teorías debido a que el historial clínico del músico fue destruido, junto a varias de sus obras. Fue grabado por la BBC de Londres, conciertos se efectuaron en su nombre en París en reproducción a sus obras.
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